El escudo social de Sánchez ante la emergencia energética: 3 € por mes y hogar pobre para calefacción
Pedro Sánchez asegura ser muy consciente de las emergencias sociales. Sostiene que su “escudo social” es un dique de contención frente a los problemas de los más vulnerables. Y, por todo ello, ha dotado una ampliación extraordinaria para 2022 del bono térmico social con el fin de anular el encarecimiento del gas y la emergencia energética que van a sufrir 1,27 millones de hogares pobres en España en plena llegada del frío.
La partida extra es de 48 millones de euros para agua caliente y calefacción. Y se suma al bono térmico social clásico. La traducción de esa partida es descriptiva de su concepto del “escudo social”: cada hogar (tres personas) recibirá al año 37,79 euros. O, lo que es lo mismo, diez céntimos por hogar y día. Poco más de tres euros al mes. Con un gas que ha pasado de costar 17 euros MWh a oscilar en una banda de 80 euros, cinco veces más.
El documento de Presupuestos para 2022 recoge con orgullo la ampliación extraordinaria del gasto para atender la emergencia de calefacciones en hogares vulnerables en plena crisis energética. “Además, se incrementan en 48 millones las dotaciones para el Bono Social Térmico, hasta alcanzar los 157 millones de euros. Se trata de un aumento del 43,77% interanual y tendrá 1,27 millones de hogares beneficiarios”, señala el texto preparado por el Gobierno.
El actual año, ese mismo bono térmico social, contó con 109 millones de euros, una cuantía un tanto escuálida, pero, cuando menos, se trataba de un año que arrancaba sin previsión por parte del Gobierno de estar en medio de una emergencia energética por la brutal escalada de los precios de la luz y gas. Ahora nadie niega ya esa situación de crisis energética. Los medios hablan de ello cada día y el Gobierno no ha tenido más remedio que adoptar medidas -aunque claramente insuficientes a la luz de la continua subida de los precios-.
De este modo, en los nuevos Presupuestos, los que prepara ahora el Gobierno para 2022, ha aparecido un incremento extra del 43,77% del importe de ese bono social para calefacciones y agua caliente de los hogares pobres. El porcentaje suena muy bien a efectos publicitarios. Pero el propio documento detalla el número de hogares receptores: 1,27 millones. Los más “vulnerables”. Y el bono se regula como un único pago anual.
Así que el resultado es de 37,79 €/año por hogar para calefacción y agua caliente. O, dicho de otro modo, 3,10 euros al mes por hogar. O, aún más gráfico, 0,10 euros -diez céntimos- por hogar y día. Es decir, 0,03 euros -3 céntimos- por persona y día. Todo un alarde presupuestario para combatir la pobreza energética.
Un bono de ayuda… insuficiente
El Bono Social Térmico es un programa de ayudas para compensar los gastos térmicos ocasionados a los consumidores más vulnerables por el uso de la calefacción y el agua caliente o cocina, tal y como lo explica el propio Gobierno en sus webs oficiales.
El Bono Social Térmico fue creado por el actual Ejecutivo socialcomunista en el art. 5 del Real Decreto-ley 15/2018, de 5 de octubre, de “medidas urgentes para la transición energética y la protección de los consumidores con el fin de complementar la ayuda percibida en concepto de Bono Social Eléctrico por los consumidores vulnerables, para la energía destinada a calefacción, agua caliente sanitaria o cocina, independientemente de cual sea la fuente utilizada”. El agua caliente sanitaria es el agua que se destina a consumo humano (potable) y que ha sido calentada por medio de una caldera. Es la que todos los hogares utilizan para el baño, la ducha, fregado de platos, lavadora, lavavajillas, etc.
¿En qué consiste esta ayuda? Pues en un pago único anual, en su cuenta corriente, en la que tienen domiciliada la factura eléctrica, y la cuantía de la misma depende de su grado de vulnerabilidad y de la zona climática en la que se ubique su vivienda habitual. En caso de tratarse de un consumidor vulnerable severo o en riesgo de exclusión social, la ayuda se incrementa en un 60% con respecto a la que le corresponde por su zona climática.
Y todo ello, con un IPC en el 5,5%, lo que supone 1,5 puntos por encima de la tasa de septiembre y su nivel más alto en 29 años, debido el encarecimiento de la electricidad. Con este dato, el más elevado desde septiembre de 1992, la inflación interanual encadena su décima tasa positiva consecutiva, según los datos avanzados publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
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